Hace unos minutos me acabo de tomar mi primer dulçao. Sí, una de esas cápsulas tan bonitas que sirven para uno de los modelos de cafetera más conocidos. Y, sabéis qué, no me ha acabado. Muy buena fama en todos los foros, gran calidad del producto y, a pesar de ello, me ha dejado un mal sabor de boca. Quizás sea que tenga el paladar demasiado exigente o, lo que es peor, que me haya acostumbrado al café de calcetín. Quién sabe.

Fuente: Facebook

Y mientras me lo estaba tomando me he puesto a pensar en la nueva Ministra. De paso en todo el gobierno de "sobradamente preparados" con el que nos ha emocionado, a más de uno, el nuevo Presidente del Gobierno. Un pensamiento plagado de sueños húmedos, de grandes hitos y de ilusiones al comparar con todo lo que hemos padecido en los últimos tiempos. No me refiero, por cierto, solo a los últimos de la Gurtel. Voy mucho más allá de lo anterior. El problema es que, como siempre sucede, lo de asociar buen profesional con buen gestor no siempre es tan causal. Eso sí, no dejemos que las previsiones menos halagüeñas nos cisquen algo que nos parece bonito. O quizás sí. Veremos. Hechos y no currículum o palabras. Optimismo contenido, una nueva cuenta corriente para ir poniendo pequeñas cantidades para horchata por si la cosa es tal como pinta y, de nuevo para algunos, a enfrentarnos con la triste realidad de nuestro viacrucis particular a estas alturas de curso: la burrocracia. Que, por lo visto, este curso está llegando en camión. Bueno, en trailer más bien. Vehículo longo como etiqueta.

Tenemos una nueva Ministra del ramo a la que, por lo visto, le encanta el modelo trilingüe. A mí es que eso de dar mi asignatura en inglés no me mola nada. Menos aún al ver todas las experiencias que veo en determinadas Comunidades con el asunto. Mucho my taylor is rich y ni asomo de competencia en lo que debería ser importante. Quizás cambie de parecer. Quizás se cargue de un plumazo la religión en los centros educativos y elimine la concertada. Bueno, no lo hizo en el País Vasco pero, ¿quién dice que no pueda hacerlo ahora que tiene un despacho más céntrico? Además, por qué no dar una oportunidad a la ejecutora de los recortes que le impusieron desde ese lugar que ahora está. Voy a darle un voto de confianza. Es que después de Wert y Méndez de Vigo lo tiene muy fácil. Demasiado fácil diría yo. Ahora toca que se pueda hacer alguna cosa. No pido mucho, pido algo. Ya veis lo mal que estamos en la educación pública. Pedimos unas tristes migajas.

Deseo toda la suerte del mundo a mi nueva "jefa". No le voy a dar los cien días de margen porque la escuela pública no los tiene. Ahora es el momento de hechos. Cuenta, al igual que pasó en la Comunidad Valenciana cuando nos desprendimos de cierto lastre, con la ilusión de muchos. Eso sí, lo anterior no significa un cheque en blanco porque, al igual que algunos hicimos cuando mandaban los otros, nos importa más la educación que el color de quien ocupe determinados sillones. Y, al menos en mi caso, voy a intentar ser igual de objetivo y crítico porque, por suerte, jamás he permitido que el uso de un cierto tipo de gafas me impidiera ver determinadas cosas.

Mucha suerte Ministra. La vas a necesitar. Más aún en una sociedad en la que el dulçao, por mucho que se venda como un gran café, depende de muchas otras cosas. Cuenta conmigo. Lo único que te pido es que, por favor, no la cagues. Hay mucho en juego.

Ya sé que las cápsulas de la fotografía que ilustra el post son de Asperggio y no de Dulçao. Permitidme esa pequeña licencia ;)